Aunque el término “inteligencia artificial” sonara algo lejano hace no muchos años, poco a poco se ha ido integrando en nuestra vida hasta llegar a la manera en la que se compra la publicidad. Esto ha dado lugar a lo que hoy conocemos como “publicidad programática”, el nuevo gran reto del sector del marketing y la publicidad.
En este post, explicaremos qué es y cómo esta nueva tecnología de machine learning puede incrementar el valor y el rendimiento de una agencia.
¿Qué es la publicidad programática?
El término “publicidad programática” engloba un tipo de publicidad online que nace del desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas al marketing y al uso de las plataformas digitales. La finalidad de utilizarla no es otra que optimizar y automatizar tareas, lo que nos permite invertir el tiempo restante en los clientes y en la elaboración de campañas 360º.
A diferencia de modelos tradicionales, en el que se compran espacios, el modelo de publicidad programática se basa en la compra de audiencias a través del Big Data, que se utiliza para segmentar las audiencias y llegar al público indicado con gran eficiencia. Este proceso es considerado como semiautomático, pues, aunque las audiencias se seleccionan manualmente, este conecta la marca o producto con el consumidor adecuado en cada situación y lugar para mostrarle los anuncios que más puedan interesarle.
Cómo se usa la inteligencia artificial en la publicidad
Entender al consumidor es la clave para estrechar su relación con la publicidad y, como consecuencia, lograr que la comunicación sea lo más precisa y efectiva posible. Por eso, el machine learning se está convirtiendo en el motor que mueve la publicidad digital y que permite obtener el mejor resultado posible de una campaña.
Gracias a la inteligencia artificial, el sistema de publicidad programática utiliza algoritmos que entablan coincidencias entre los espacios publicitarios disponibles en las plataformas digitales y el perfil de audiencia que se busca para mostrárselo. De ese modo, las plataformas programáticas se nutren de diversas fuentes de información y, al mismo tiempo, hacen subastas por los espacios publicitarios que se ocupan.
Ante el temor de algunos anunciantes de ver sus campañas relacionadas con algún tipo de contenido ofensivo o similar, y gracias al algoritmo de la publicidad programática, se han desarrollado plataformas tecnológicas integradas con el fin de hacer de “filtro” de las campañas. Así, se elimina el contenido ofensivo a escala y se hace un riguroso control de calidad para garantizar la seguridad de los espacios en los que se va a ubicar un anuncio, así como la de los espacios de compra.
Además, una de las ventajas principales de la publicidad programática es la posibilidad de diseñar diferentes versiones de un mismo anuncio, haciendo posible la personalización.
Inversión en publicidad programática
La compra en publicidad programática resulta ser un soplo de aire fresco en las inversiones publicitarias, ya que se aprovecha la eficiencia de la inteligencia artificial para segmentar a cada usuario individualmente, por lo que se puede pujar por aquellos que mejor encajen con las necesidades de una campaña y logre más y mejores conversiones. Por eso, la publicidad programática permite que los anunciantes puedan incrementar sus inversiones sin riesgo, ya que se mejora la selección de canales, el tiempo y el despliegue, y permite que los consumidores reciban una atención personalizada a sus gustos y necesidades adecuándose al momento idóneo. Cuantos más datos se aporten al algoritmo, más personalizada será la búsqueda del cliente y mejores serán los resultados. Además, esta tecnología ofrece la posibilidad de que las actividades de campaña se ajusten automáticamente en respuesta a la dinámica cambiante del mercado.
Es necesario dejar que las nuevas tecnologías y herramientas que están a nuestra disposición nos ayuden a mejorar la calidad del servicio a los clientes. Y, sin duda, la publicidad programática es una de ellas.